EDUCACIÓN VERSUS TELEVISIÓN

Al haber leído varios artículos de prensa y revistas, además de haber escuchado en los medios informativos radiales y televisivos, que comunicadores, políticos, expertos sociales y otras personas defienden horarios y programaciones de las televisoras de nuestro querido Ecuador, con una sola bandera, LA DE ENTRETENER A NUESTROS HIJOS, pero con un oscuro y tergiversado concepto de libertad de expresión.

Concepto, que no va más allá de los intereses personales y empresariales, en los que educar a un pueblo queda en segundo plano, ya que el factor económico es el que prima en la industria televisiva ecuatoriana, es por esto que viene a la reflexión el nombre del presente artículo EDUCACIÓN versus TELEVISIÓN.

Reflexión que permite estudiar y analizar la programación que se emite en los canales televisivos del Ecuador, encontrando que el 95% de la programación que se emite en los distintos horarios solo contienen formatos que permiten captar audiencia, sin tomar en cuenta si estos afectan a la niñez o juventud. Para introducirnos un poco más allá de lo que las televisoras emiten, se puede observar programas agresivos y de maltrato físico, ofensivos a las personas y etnias culturales, caricaturas que denigran a la niñez y resquebrajan su desarrollo mental y emocional, series en las que los hijos no respetan y agraden a sus padres, hermanos que simplemente ofenden y golpean a sus hermanos, programas que ofenden y denigran la dignidad personal y familiar, es con este breve análisis que se pone sobre el tapete a los estudiosos, críticos y futuros profesionales de la comunicación un desciframiento más profundo de que esta concebido el concepto Libertad de Expresión y hasta donde tiene que llegar.

Para seguir se establecerá que la educación lleva a la aplicación de nuevos conocimientos formativos, sean estos sociales, tecnológicos, culturales, deportivos, históricos e investigativos, mediante un guía, el que será el encargado de proporcionar las pautas a seguir por los educandos o formativos (estudiantes). Al establecer que el guía es el ente de vital importancia en la educación, diremos que los medios televisivos o la televisión en general no es el mejor guía para formar y educar, ya que, de la programación que dejan las televisoras nos queda un 5%, porcentaje que esta dedicado a educar en horarios en la que los niños y jóvenes descansan (altas horas de la noche o amanecer). La televisión ecuatoriana mantiene un esquema de educar e informar, pero de estos preceptos solo cumple el segundo pero cuando a sus directivos les conviene, porque si al hablar de educar encontramos que solo queda en guiones o papeles, porque recordemos que lo que prima es el factor económico en la industria televisiva.

Para culminar estableceré que la televisión a ganado la partida sobre una sociedad sumida a la ignorancia, en nombre de la libertad de expresión, y con preceptos de que se encuentran educando y entreteniendo, la educación a quedado en segundo plano, ya que la verdadera pantalla de las televisoras es captar audiencia para poder presentar en sus espacios, los productos y basura publicitaria que compran las empresas e industrias del País.